¡¡ ARTE EN LA VIDA !!
Pertenece al genio de la mujer saber integrar lo
útil en lo bello, y vivir lo cotidiano con
sentido festivo. Hoy más que nunca necesitamos
este talante artístico en todos los
campos de la vida ordinaria. Para ello, sin
embargo, necesitamos repensar las viejas ideas
estéticas. Pablo Prieto.
ARS Y TÉKNE:

CONTEMPLACIÓN E INSPIRACIÓN:
Paralelamente a este ars/tékne
convive durante siglos la estética platónica, que liga la contemplación
con la experiencia amorosa. El eros platónico, en efecto, es aquella
pasión despertada en el alma por la contemplación de la belleza, que
impulsa tanto a la superación moral como a la creación poética.
Inspirada por esta conmoción amorosa el alma se encuentra como fuera de
sí (éxtasis), endiosada (entusiasmo), arrebatada más allá de este mundo
caduco y efímero, donde reinan las apariencias. Tal planteamiento,
como se ve, no es fácil de conciliar con el concepto de ars/tékne.
Por un lado no parece que el ars tenga que ver con la experiencia
amorosa; por otro, la contemplación platónica aspira a trascender el
mundo material, mientras que el ars no sólo no renuncia a él,
sino que se aplica con diligente empeño a trasformarlo. El nexo sutil
que une ambos conceptos tardó muchos siglos en hacerse patente a la
conciencia estética europea, concretamente hasta que en el siglo XVIII
surge la noción moderna de arte.
EL CONCEPTO ILUSTRADO:
La idea de arte que nos es familiar hoy proviene de la modernidad
ilustrada. En ella se entrelaza, como hemos dicho, la tradición
aristotélica del ars/tékne con la platónica de la
contemplación/inspiración. Este nuevo arte podríamos definirlo como
aquella actividad práctica cuyo principio interno es la contemplación de
la belleza descubierta y experimentada en la misma ejecución
de la obra. La inspiración viene así a informar todo el proceso
desde dentro: suscitándolo, conduciéndolo y culminándolo mediante
una suerte de “libre necesidad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario